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martes, 7 de junio de 2011

Bultos y Patas. Por Víctor Küppers

 
 
Esta semana he visto algo que me ha inquietado mucho porque he temido verme reflejado dentro de diez años.
Yo iba en la moto hacia la facultad y en un semaforo, yo que soy muy cotilla, me he fijado en el coche de al lado. Un padre, su hijo a la izquierda y su hija en el asiento trasero. No tengo la certeza pero en mi pelicula mental he imaginado que era un padre con sus hijos adolescentes.
Como buen cotilla no me quede observando solo lo superficial, lo que me sobresalto fue descubrir que sus dos hijos iban con cascos en las orejas!! Que triste!! Un padre acompañando a sus hijos al colegio y ambos escuchando su propia musica. Tres personas que supuestamente se quieren mucho encerrados en 3 metros cuadrados sin dirigirse la palabra, ignorandose mutuamente. Que mundo estamos haciendo? Yo tambien tengo dos hijos que de momento me hablan y se rien de lo que les cuento, pero el miedo ha empezado a acecharme desde entonces porque a ellos tambien les gusta la musica!
Estoy quiza muy sensibilizado porque este mes he realizado trabajos de investigacion en varios frentes.
Experimento numero 1: mis 93 alumnos de marketing tenian que hacer 3 encuestas cada uno a tres personas en cuanto salieran de un taxi. Primera pregunta: conducia un hombre o una mujer? Segunda: con o sin bigote? (tambien es valida para conductoras!). Tercera: con gafas o sin?, cuarta: color de su vestimenta?, ultima pregunta: como se llamaba? Los porcentajes de respuestas acertadas eran, por este orden, 97, 21, 16, 18 y 0%. El resto de respuestas fueron "no me he fijado o no lo se". Increible!! De una muestra de 300 personas casi, 10 no saben si conducia un hombre o una mujer! La inmensa mayoria no sabian si tenia bigote, gafas, el color de su camisa y nadie, nadie, se fijo en su nombre que consta en la licencia que esta a la vista del cliente. Conclusion: conducia un bulto peludo con patas, brazos y orejas.
Experimento numero 2: subo a un autobus y cuento el numero de personas, 32. De ellas, solo hay dos que conversan, el resto se ignora. Alguien sube en una parada, ni mira al conductor y se sienta sin ni siquiera decir "buenas tardes" a la persona que tiene sentada a su derecha con la que se toca pantalon con pantalon (por cierto, rapidemente separa su pierna y hace un gesto como si limpiara su pantalon). Un extraterrestre desde fuera observaria a 32 seres humanos encerrados en una caja que no se dirigen ni una sola palabra. Conclusion: el conductor del autobus es un bulto peludo con patas que conduce, las personas del autobus son bultos peludos con patas que uno esquiva hasta llegar a un asiento donde unos se sienta junto a otro bulto peludo con patas. 
Experimento numero 3: salgo de casa en moto con mi hijo mayor y saludo a una vecina que pasa cerca de nosotros. Con cierta sensacion de ridiculo me quedo con la mano levantada sin recibir respuesta alguna de mi vecina pero si de mi hijo: "eres un pringado". Conclusion: mi vecina habra visto dos bultos con patas, uno mas peludo que otro, encima de una moto.
Experimento numero 4: en un curso de formacion que impartia a directivos de una empresa multinacional se me ocurre preguntar quien sabe el nombre de la señora que esta junto a la puerta de entrada de la empresa. Levantan la mano 3 personas y otro contesta que es "la segurata". El que menos, llevaba 9 años entrando cada dia por la misma puerta. Conclusion: al entrar debian ver un bulto con pelo largo y patas detras de un mostrador. 
Experimento numero 5: le pido a Marga, que asi se llama el bulto con pelo largo, que me deje sentar un rato en su silla. Ver el mundo desde esa perspectiva es inquietante. Lo que debe sentir ella viendo pasar tantas personas por delante sin que la miren siquiera! Cuando alguien le de los buenos dias y le llame por su nombre se puede caer de la silla del susto!!
Penultimo experimento: entro en un centro comercial y me paso 15 minutos dentro del ascensor subiendo y bajando. Decido no saludar a nadie si antes no me saludan. Cuento 27 encuentros con personas, 54 momentos en total de entrada y salida del ascensor. Mentalmente llevo la estadistica: 7 "buenos dias, hasta luego, ect.", 4 que gesticulan con la cabeza y 16 que no me dicen nada y que me confunden con un bulto peludo con patas que decora el ascensor! 
Ultimo experimento: subo al autobus que hace el recorrido entre Ordino y Andorra la Vella un sabado. Somos 8 personas en el autobus, al final del recorrido que dura 12 minutos hemos mantenido conversaciones con 5 de estas 8 personas.
Una observacion que podria ser objeto de otro experimento: en Ordino, que es donde paso casi todos los fines de semana y es mi paraiso particular, la distancia entre mi casa y la iglesia se recorre en 3 minutos y 14 segundos. Sin embargo, tenemos que salir una hora antes de casa si queremos llegar a Misa porque en el corto trayecto nos encontramos con personas que saben nuestro nombre, donde vivimos, que somos del Barça, que nos dan conversacion y que les encanta hablar con otros seres humanos. En Barcelona, la iglesia esta a 3 minutos de casa, nos cruzamos en el trayecto con el triple de personas que en Ordino pero salimos 3 minutos y 10 segundos antes de que empiece la Misa y siempre llegamos sobrados de tiempo! 
Conclusion: los pueblos muy pequeños son el ultimo reducto de un mundo cada vez mas inhumano, donde el portero de casa es un bulto que nos deja las cartas, el camarero es un bulto que nos pone el cafe, el vecino es un bulto que ayuda a pagar los gastos comunitarios, el kioskero es un bulto que nos da el periodico y la señorita que esta en el supermercado es un bulto expendedor de bolsas de plastico.
Ninguno de nosotros va a cambiar la sociedad en la que vivimos. Con mis alumnos discutiamos el otro dia el objetivo de la ONU de acabar con el hambre en 2015. Alguien se quejaba de lo que gastan en armas algunos paises, otro de que no se aportaba el 0,7 del PIB, etc. En un momento del debate, como los vi tan afectados por el problema, pregunte quien habia llevado una bolsa de comida al banco de alimentos de la ciudad. Nadie levanto la mano, que pena, porque mas alla de discursos grandilocuentes, eso si que esta en nuestras manos. Por eso, mas que quejarnos de lo inhumanos que somos muchas veces, de como se ha vuelto el mundo, podemos decidir como tratamos a los bultos con los que cada dia interactuamos, podemos controlar nuestros 2 metros cuadrados. Decidir adopatar, con todas las personas que entren en contacto con nosotros, alguna de las siguientes virtudes de las relaciones humanas:
  • sonreir
  • dedicar unas palabras amables
  • escuchar
  • ser tolerante
  • ser paciente
  • utilizar su nombre
  • ser humilde
  • aprender a perdonar
  • pedir perdon
  • dar las gracias
  • ver el lado bueno que todo el mundo tiene
  • descubrir sus gustos y tratar de satisfacerlos
  • no criticar
  • hacer sentir importantes a los demas
  • rezar por ellos
  • hacer favores
  • dar sorpresas agradables
  • alabar las cosas positivas que hacen
  • no discutir
  • no imponer nuestro punto de vista ni ser arrogantes
  • ser compasivo
  • felicitarles en el dia de su cumpleaños
  • no perder los nervios
  • aguantar con alegria a las personas que nos parecen mas pesadas
  • ser justos y honestos
  • tratar igual de bien a todos, a los mas importantes y a los que consideramos menos importantes
  • tratar de hacer la vida agradable a los demas
  • no guardar lo peor de nosotros para las personas que mas queremos
De este modo, si cada uno decide asegurar la "humanidad" mas amable en sus 2 metros cuadrados, quiza entre muchos cambiemos unos cuantos de cientos de metros cuadrados. Y de paso, seremos mucho mas felices porque paradojicamente, seremos nosotros mismos los que nos sentiremos mucho mejor al mismo tiempo que hacemos la vida mas agradable a los demas. Estamos en este mundo para ayudarnos, apoyarnos y alegrarnos esta estancia unos a otros mientras dure.

Víctor Küppers