lunes, 29 de agosto de 2011

Especial vida sana: Sexualidad.

Consideramos la sexualidad, en un sentido amplio, como una de las expresiones del ser humano en su relación consigo mismo y con los demás, por eso es imposible disociarla de la afectividad, la comunicación y el respeto mutuo, entre otras. Afirmada en su dimensión biológica y psicológica, desarrollada desde la interrelación social y las pautas culturales, estimulada por la imaginación, la fantasía, la creatividad, la sexualidad es entendida como una fuerza movilizadora vital que impulsa el desarrollo de los seres humanos en la convivencia.


Por ello la salud sexual tiene como objetivo el desarrollo de la vida y de las relaciones personales y, en ese sentido, el sistema de salud sexual debería contemplar servicios más allá de la orientación y cuidados relacionados a la reproducción y las enfermedades de transmisión sexual.

Por otro lado, la salud reproductiva, es definida como “el estado físico, mental y social de bienestar total y no sólo la ausencia de una enfermedad, en todos los asuntos relacionados al sistema de salud reproductiva y a sus funciones y procesos. Las personas pueden tener una vida sexual satisfactoria y segura y tienen la capacidad de reproducirse y la libertad de elegir cuando y cuán a menudo lo hacen”.


Los especialistas señalan que la sexualidad es el modo de ser, de relacionarse y de vivir como mujer o como hombre es una sociedad. Al igual que respirar, es una función normal del ser humano.

La sexualidad es el resultado de la integración de cuatro potencialidades. Dos de las potencialidades que forman nuestra sexualidad: el género y la reproductividad. El género se refiere a la pertenencia de un individuo a una categoría: femenino o masculino, y debe orientarse a la equidad. La reproductividad se relaciona con la generación de nuevos seres y debe ser planeada, informada, responsable, compartida y con actitud positiva.

Las otras dos potencialidades de la sexualidad son el erotismo y los vínculos afectivos interpersonales. El erotismo es el placer y excitación es muy común e inofensivo, además de que forma parte del cambio hacia la edad adulta. Cuando se inicia una relación de pareja es natural explorar el erotismo. Pero durante la adolescencia muchas veces no se cuenta con los elementos para ejercer los derechos sexuales y reproductivos de manera libre, responsable y segura.

El establecimiento de vínculos afectivos es la cuarta potencialidad. Con esta se experimenta la necesidad de llamar la atención y de convivir con personas del otro sexo. Algunas veces se llegan a establecer relaciones estrechas entre mujeres y hombres. Gracias a estos vínculos, las relaciones de noviazgo son más frecuentes en la adolescencia. Compartir deseos e inquietudes con la pareja también es parte de la sexualidad.

El sexo es como un tratamiento de belleza. Se ha descubierto científicamente que cuando la mujer hace el amor produce doble cantidad de estrógeno, la hormona que mantiene la piel suave y le da brillo al cabello. Hacer el amor de un modo suave y relajado elimina las probabilidades de sufrir dermatitis, erupciones y manchas cutáneas. El transpirar limpia los poros y es saludable para la piel.

El hacer el amor puede quemar hasta 560 calorías, y eso equivale a hora y media en una bicicleta. Es uno de los ejercicios más completos que existen. Entona todos los músculos del cuerpo. Es una cura instantánea para la depresión leve. Hace circular la endorfina por el sistema sanguíneo, produciendo una agradable sensación de euforia y bienestar.

El estrógeno es una hormona que retarda el proceso de la osteoporosis y puede proteger contra la hipertensión. Mientras más relaciones sexuales tengas, mayores posibilidades tienes de hacerlo mas a menudo. El cuerpo sexualmente activo segrega más cantidad de feromonas que hacen que tu pareja si está cerca, se sienta sexualmente atraida por ti. Un abrazo amoroso te ayuda a tener mas confianza en tí mismo.

Saber que alguien te desea es suficiente para que tu mismo te quieras más. Es el mejor tranquilizante del mundo; diez veces más efectivo que un valium. Practicado con toda regularidad, el sexo mejora notablemente la salud mental. Saca a relucir las emociones, incluso la risa. Se ha comprobado que la risa alivia el estrés, eliminando el exceso de hormonas como adrenalina, y haciéndole sentir eufórico, pero calmado.

El frecuente contacto sexual hace los labios mas besables. Les da color, mejor forma y apariencia. Si padeces de insomnio no tomes píldoras. Los cambios bioquímicos que ocurren durante el acto sexual provocan lasitud y sueño enseguida.

Si haces el amor al menos una vez a la semana, estarás menos irritable y te afectará menos la tensión diaria. Las noches de pasión mitigan la amenaza de problemas cardíacos. (Siempre y cuando no sean después de una opípara cena). Hacer el amor puede aliviar la artritis, mejora la circulación y aumenta los glóbulos rojos.

Tomado de Diario de Mallorca.

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