¿Existe la media naranja? La respuesta a esta pregunta es muy simple. Si tú crees que sí, existe el alma gemela, si que crees que no, pues no. Si crees que sí, puede que la encuentres. Si crees que no, es obvio que nunca la encontrarás.
Sin embargo, si no crees que exista un alma gemela para ti, y aun así estás leyendo esto, puede que encuentres algo de utilidad en mis palabras.
No me refiero a la leyenda de las almas gemelas, espiritual o energéticamente hablando, sino a encontrar en el plano material, a una persona con la que puedas compartir tu vida y mas momentos de felicidad que de desgracia.
Encontrar la media naranja en el amor puede ser muy fácil, lo realmente difícil, es permanecer con ella toda la vida.
Me explico: Ocurre muy pocas veces, pero con suerte, todos nos hemos encontrado al menos una vez, o dos, con una persona por la que sentimos una fuerte atracción sexual y al mismo tiempo, una conexión espiritual. Lo curioso es que muchas veces nos unimos a personas por las que no sentimos, ni lo uno, ni lo otro. Es probable que eso se deba a la circunstancias o a nuestros prejuicios, pero lo que sí es seguro, es que siempre se trata de nuestra decisión.
Pero volvamos a ese momento en el que hemos encontrado esa persona que nos provoca mariposas en el estómago y que además nos proporciona una inexplicable satisfacción emocional, algo así como un orgasmo espiritual, sin que ella tenga que hacer nada especial para eso, tan solo con su compañía o su atención.
Cuando hemos encontrado a esta persona, estamos frente a una media naranja en potencia. Ya está. La has encontrado. A partir de ahí es probable que decidas estar con ella toda la vida, pero hay algunas cosas que hay que tener en cuenta.
Si esa persona no te considera su alma gemela, como todo en la vida y dependiendo de las decisiones que tomemos, esto puede salir muy bien o muy mal.
Pongamos un ejemplo: Pepe conoce a Pepa, se siente atraído por ella, pero a ella casi le da un ataque, de felicidad, cada vez que lo ve. Esta pareja podría durar toda la vida, aunque el costo emocional de Pepa sería bastante más alto que el de Pepe, que es muy probable que someta a Pepa, en el mejor de los casos a pequeños deseos domésticos; en el peor, puede llegar a la tortura física y/o psicológica. El costo emocional de Pepe podría ser conocer a su alma gemela ya teniendo hijos y una hipoteca con Pepa, entonces podría renunciar a su media naranja o tenerla de amante o asumir un arruinante divorcio, en pos de la felicidad futura. También puede ser que vivan juntos para siempre, que Pepe se deje querer y Pepa sea feliz sometida, o viceversa, uno nunca sabe.
Si tu alma gemela, también te considera la suya no creas que será más fácil, aunque el entretenimiento estará asegurado de por vida, si deciden estar siempre juntos en la salud y la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza. Ante este volumen de mariposas las emociones llegan a una magnitud que se puede pasar del éxtasis a la agonía, con tan solo una palabra o una mirada del ser amado.
Pongamos otro ejemplo: Pepe conoce a Pepa, siente un deseo brutal por ella y que un rayo le atraviesa la cabeza cuando la ve y Pepa, apenas puede ni hablar cuando está frente a él, piensa que es simplemente perfecto. Pepa querrá morirse si en una discusión Pepe le dice que no ve ninguna señorita en la habitación, pues pensará: ¡Dios mío no me valora en lo absoluto!; y Pepe querrá romper la relación cada vez que Pepa cometa un error, pues pensará: ¡Ajá no era perfecta, lo sabía, me largo! El pánico puede acabar con el trayecto feliz en esta relación. Manejar debidamente las emociones y decidir confiar en la otra persona, suele ser más fácil de decir que de hacer. Aunque puede ocurrir que ambos decidan entregarse al amor y la confianza, el buen sexo y la buena fe; y de esta manera sobrevivir a todos los contratiempos que surjan a lo largo de su vida juntos, con un saldo positivo de experiencias felices en el camino.
También puede darse el caso de que alguien encuentre su alma gemela y no se dé cuenta hasta que la haya perdido. Quién se encuentre en este caso deberá tratar de recuperarla a toda costa y si no puede ser, deberá salir en busca de otra, porque tal vez no sea el momento adecuado para uno o ninguno de los dos, ya sea por inmadurez física o emocional; en cuyo caso si en verdad existe una energía especial que os une, no habrá distancia ni tiempo que acabe con ella. Y si no existe dicha energía, entonces estarás haciendo lo correcto para encontrar otra persona que sí la tenga para ti.
En cualquiera de los casos, cuando una pareja decide unirse en convivencia, ya sea porque se casan o porque desean probar qué tal se les dá antes de pasar por el altar, o el juzgado; la pareja toma la decisión porque lo hacen sin pensar en las consecuencias, u obligados por las circunstancias, por otras personas, por el reloj biológico o porque han pensado que ya han disfrutado bastante de la soltería y sus ventajas y han llegado al punto en el que se dan cuenta de que el sexo con desconocidos nunca es tan bueno como podría ser con una persona a la que conoces y con la que tienes confianza para disfrutar abiertamente de tu sexualidad. A este último punto se llega cuando has tenido antes, al menos una relación larga. Decidir entrar en una relación estable puede tener muchos “contra” pero desde luego el buen sexo es un “pro” que pesa mucho. La responsabilidad es grande, pero la recompensa también.
Sea cual sea tu motivo, si por fin empiezas a compartir tu vida con tu media naranja, hay algunas cosas que deberías recordar:
1- Sólo tú puedes saber si esa persona es o no, tu media naranja. Como casi todo en la vida, en esto la decisión también es tuya. No escuches a nadie que te diga lo contrario, a menos que quien te hable, te esté diciendo que abras los ojos, que se te está escapando tu alma gemela y tú no te has dado cuenta.
2- Necesitas poner en una balanza defectos y virtudes del ser amado. Nadie es perfecto, ni siquiera tú, así que lo recomendable es que mires si tu pareja tiene defectos como todo el mundo o tiene ciertas cosas con las que nunca serás feliz. (léase maltrato físico o psicológico o actitudes que consideras necesarias para que una persona sea buena y que tu pareja hace lo contrario)
3- La convivencia es difícil hasta con tus padres, por eso uno casi siempre se lleva mejor con los amigos que con la propia familia y esto es porque uno elige los primeros y no los segundos. Así que para que una relación sobreviva al primer año de convivencia, ambos deberán poner de su parte y ceder de vez en cuando en asuntos que para la otra persona son de vital importancia y que para ti no implican un riesgo para la paz mundial. También ambos deberán saber que no se vale romper la relación cada vez que surja un disgusto, así no se dura toda la vida con alguien, sino más bien intentando hallar soluciones a los problemas. Una buena clave sería no enfadarse al mismo tiempo. No es fácil de conseguir todas las veces, pero si al menos se logra el 50 por ciento de las veces, se ahorrarán unas cuantas broncas mayores.
4- Si tu pareja no es psicópata, ni intransigente, ni radical, puede que sea como la mayoría de los buenos mortales: con un número reducido de traumas de infancia, posiblemente tolerante y flexible, lo cual augura que si ambos deciden estar juntos hasta que la muerte los separe, podrán lograrlo. Nadie dice que será fácil, pero ¿qué sería de una rosa sin espinas?
5- Los enamorados sienten miedo de ser heridos y a menudo se protegen, pero si tienes la paciencia suficiente puede que llegues a aspirar su maravilloso perfume y la suavidad de sus pétalos, lo cuál te recomiendo que disfrutes al máximo, porque de vez en cuando te pinchará y cuánto mas le ames, mas te dolerá. La buena noticia es que no hay nada mejor que eso. Puedes probar la protección total de tu corazón compartiendo tu vida con alguien por quién no sientes mariposas en el estómago, pero entonces, la vida no tendría gracia, ni olor, ni color.
Yo he decidido creer que la media naranja sí existe y quiero llegar a hacer lo que sea necesario para vivir muchos momentos felices con ella. La magnitud de la felicidad que una persona así te hace sentir es tan enorme que, una vez se ha probado, es muy difícil renunciar a ella.
Aunque ya lo diga el refrán: A un gustazo, un trancazo; en una relación de pareja siempre te llevarás trancazos, aunque no sea con tu alma gemela. Si es tu media naranja quien te hace sufrir, al menos está garantizado que ya te hizo, te hace y te hará gozar.
A continuación la definición que dá Paulo Coehlo en su libro Frida, lo encontré en Internet, habrá que leerse el libro.
Almas o Llamas Gemelas:
El alma gemela es algo diferente, es nuestra otra mitad.
En el origen, éramos entidades únicas, chispas dela Divinidad. Ante el Creador, acordamos descender al plano de la tercera dimensión a continuar la Obra Creativa , cumpliendo una Misión Conjunta. Dado que el mundo que conocemos es el reino de la dualidad, tuvimos que dividirnos en dos mitades. El plan consistía en vivir vidas separadas y cumplir funciones diferentes, hasta que -habiendo experimentado todas las formas de nuestras cualidades únicas a través de distintas encarnaciones y recuperado nuestro recuerdo de quien somos en realidad- estuviéramos preparados para el reencuentro. Una vez logrado éste, podríamos cumplir nuestra Misión Conjunta.
Puede estar encarnado o no, pero siempre que aparece en nuestra vida es para mostrarnos los aspectos elevados de nuestra alma y el camino hacia el cual dirigirnos para seguir creciendo. Nos acerca a nuestro propósito elevado.
Tenemos muchos compañeros de alma pero una sola alma gemela.
Lo que se siente cuando uno se encuentra con esta persona es algo que no se puede describir con palabras. Es un amor mas allá de toda dimensión.
A lo largo de la vida, van apareciendo distintos maestros que nos recuerdan que existe un alma gemela que encontrar (por ejemplo, personas que nos hablan del tema, libros que leemos, conferencias sobre el tema). Pero para que el recuerdo de quien es quien pueda resonar en nosotros y la unión se pueda producir, es preciso estar al mismo nivel de evolución.
Shakespeare dijo "los viajes terminan cuando los amantes se encuentran"
El alma gemela es algo diferente, es nuestra otra mitad.
En el origen, éramos entidades únicas, chispas de
Puede estar encarnado o no, pero siempre que aparece en nuestra vida es para mostrarnos los aspectos elevados de nuestra alma y el camino hacia el cual dirigirnos para seguir creciendo. Nos acerca a nuestro propósito elevado.
Tenemos muchos compañeros de alma pero una sola alma gemela.
Lo que se siente cuando uno se encuentra con esta persona es algo que no se puede describir con palabras. Es un amor mas allá de toda dimensión.
A lo largo de la vida, van apareciendo distintos maestros que nos recuerdan que existe un alma gemela que encontrar (por ejemplo, personas que nos hablan del tema, libros que leemos, conferencias sobre el tema). Pero para que el recuerdo de quien es quien pueda resonar en nosotros y la unión se pueda producir, es preciso estar al mismo nivel de evolución.
Shakespeare dijo "los viajes terminan cuando los amantes se encuentran"
Liú Santiesteban.
¡Gracias a todos los que han estado por aquí! Hace un rato que lo he publicado y ya es lo mas leído del blog, ¡muchas gracias!
ResponderEliminar